PESADILLAS INFERNALES
Historia Terror
Recién cumplió sus quince años, Mariela empezó a tener pesadillas, algo tan real que sus padres creían que podía enfermar, las pesadillas se centraban más que todo en la persecución que le hacía un monstruo, contaba ella que tenía rasgos humanos, pero sus dientes eran afilados como los de un lobo, sus ojos saltones y brillantes como fuego, sus manos a primera vista eran de humano, pero tenía garras como un oso, este la perseguía en la oscuridad, parecía una calle, pero al parecer o lo que sentía la niña, era que era un callejón sin salida, ella corría agitada sintiendo que su corazón no resistiría tanto correr , él no se veía cansado, solo la perseguía y sonreía con esa mueca malvada, como quien sabe que su víctima no tendrá salvación, entre más cerca estaba de Mariela más brillantes se hacían sus ojos, como si su alma se llenara de mucha más maldad.
En algunas ocasiones llegó a agarrar a Mariela unas del brazo y otras de sus tobillos, por que aquel engendro demoníaco, algunas veces la perseguía en dos patas y en otras en cuatro, como una fiera salvaje, en esos momentos que ella sentía que la agarraba, el contacto con este le causaba dolor, las garras se le enterraban en la piel y amenazaban con desgarrarla por completo, cuando esto pasaba, ella veía como emanaba su sangre del lugar donde este posaba sus garras, ella gritaba muerta de terror, sabía que había llegado su fin , pero en ese momento despertaba, sudaba y temblaba, aunque en los lugares que aquel engendro la atrapaba, no había rasguño o sangre como en el sueño, pero si sentía el dolor que este le producía.
Los padres consultaron con especialistas, pero la verdad era que sólo eran sueños, mejor dicho pesadillas, pero la realidad era que había poco por hacer, solo darle calmantes para que durmiera profunda, Mariela no se tomaba las pastillas, las tiraba por el retrete, por que la primera vez que las tomó, en el sueño era demasiado lenta y este estuvo a punto de atraparla, Mariela no sabe cómo o el porqué, pero aseguraba que este engendro quería violarla, esa era su intención y aunque no hablaba ni daba señales de lo que pretendía, ella en sus ojos veía esa maldad que pretendía, las pesadillas solo cesaban cuando ella estaba menstruando, como si aquello supiera lo que pasaba, ella agradecía esos tres o cuatro días porque sabía que dormiría tranquila, eso no se lo contaba a nadie, no sabía el por qué, pero esto era algo tan personal que nadie debía saberlo, pero también está situación la hacía sentirse cómplice de aquel engendro, porque era algo que sólo sabían ellos dos.
Una noche que Mariela llegaba de donde unas amigas, escuchó las sirenas de la policía, perseguían a alguien, pensó, ese alguien lo vio correr al final de la calle, venía para donde ella estaba, a ella le faltaba media calle para llegar a casa, sin saber por que corrió a casa, no sabía a que le huía, solo era un hombre que corría, miró para atrás a ver que tan cerca estaba, pudo verle su cara, era un hombre entre los 35 y 40 años, atractivo, pero lo que Mariela nunca olvidará, es que en aquel hombre ellas reconoció al engendro de sus pesadillas, era el, no como el ser infernal que ella veía, era un hombre como cualquier otro, pero en su rostro y en sus ojos, ella estaba segura que era el, corrió con desesperación, como lo hacía en sus sueños, también allí supo que era la misma calle de las pesadillas, llegó a la puerta, a pesar que ella solo llevaba la llave de la puerta principal, no era capaz de abrirla y él estaba a punto de atraparla, cuando el fue a tomarla del brazo, sonaron tres disparos, él cayó herido a los pies de ella, con una voz suave y moribunda, le dijo que se había salvado y ella sabía por que, Mariela cayó en cuenta que ese día le había llegado el periodo.
El hombre fue llevado con vida al hospital, pero allí murió al poco tiempo de llegar, era un prófugo, acusado de cuatro violaciones y tres asesinatos, la policía lo seguía hacía mucho tiempo, pero siempre logró huir, solo salía en las noches y por esto fue más difícil su captura, en esta ocasión lo lograron, por que lo vieron pasar, persiguiendo a escondidas a Mariela, después de la muerte de aquel individuo, el cual Mariela no conocía, sólo en sus sueños, ella no volvió a tener pesadillas, pero ella no le confesó a sus padres que aquel hombre, era el de sus sueños , aunque ella no lo quiera, siempre tendrá un secreto con aquel ente infernal.
Comentarios
Publicar un comentario